PALEOZOICO III: SILÚRICO Y DEVÓNICO; Fernando Marín
Buenos días, tardes, noches o lo que proceda, soy Fernando Marín y hoy vengo a hablar sobre el tercer y el cuarto período del Paleozoico: el Silúrico y el Devónico.
El Silúrico comenzó hace 444 millones de años, y terminó hace 419 millones de años. El nivel del mar en este período era altísimo, debido al derretimiento de los polos y el supercontinente Gondwana continuó su deriva hacia el sur. También comenzó la fusión entre Laurentia-Báltica, haciendo desaparecer el océano Iapetus, que mencioné en una entrada anterior. Debido a esta fusión se formó Euramérica o "el continente de las Viejas Areniscas Rojas". Cuando la proto-Europa colisionó con Norteamérica, la colisión provocó el plegamiento de los sedimentos costeros que se habían acumulado desde el Cámbrico frente a las costas de los dos continentes. Este evento es conocido como la Orogenia Caledoniana, una cadena montañosa que se extendía desde el actual estado de Nueva York hasta Europa, llegando incluso hasta Groenlandia y Noruega.
El Silúrico comenzó hace 444 millones de años, y terminó hace 419 millones de años. El nivel del mar en este período era altísimo, debido al derretimiento de los polos y el supercontinente Gondwana continuó su deriva hacia el sur. También comenzó la fusión entre Laurentia-Báltica, haciendo desaparecer el océano Iapetus, que mencioné en una entrada anterior. Debido a esta fusión se formó Euramérica o "el continente de las Viejas Areniscas Rojas". Cuando la proto-Europa colisionó con Norteamérica, la colisión provocó el plegamiento de los sedimentos costeros que se habían acumulado desde el Cámbrico frente a las costas de los dos continentes. Este evento es conocido como la Orogenia Caledoniana, una cadena montañosa que se extendía desde el actual estado de Nueva York hasta Europa, llegando incluso hasta Groenlandia y Noruega.
En esta imagen están señaladas las zonas afectadas por la Orogenia Caledoniana.
Durante el Silúrico, la Tierra entró en una larga fase cálida, con mares templados y poco profundos cubriendo una gran parte de las masas de tierra ecuatoriales. Los glaciares casi desaparecieron en este período, aunque el clima se estabilizó notablemente en comparación con las etapas anteriores.
La extinción del final del Ordovícico fue seguida por una rápida recuperación de la biodiversidad, hasta alcanzar una radiación incluso superior a la del propio Ordovícico. El clima cálido y húmedo resultó muy beneficioso para los ecosistemas marinos. En los océanos, los trilobites,
aunque no extintos del todo, no se recuperaron de la extinción
ordovícica, pero sí se expandieron los braquiópodos, los gasterópodos, los bivalvos, los briozoos, los crinoideos, los acritarcos y los graptolites.
Estos últimos, que habían sido prácticamente extinguidos al final del Ordovícico,
aumentaron de 12 especies supervivientes conocidas a aproximadamente 60
durante los primeros 5 millones de años del Silúrico. Los arrecifes de coral proliferaron en este período debido a la calidez de los océanos, dando así lugar a miles de especies para crecer y extenderse.
El mayor cambio de los ecosistemas acuáticos fue la aparición de nuevos animales nectónicos, muchos de ellos predadores. Los nautilus persistieron aunque con una baja diversidad. Los artrópodos euriptéridos
(que aparecieron en el Ordovícico) fueron un grupo importante de
depredadores que se expandieron durante el Silúrico. Eran parecidos a los
escorpiones modernos,pero no estaban más emparentados con ellos
que con las arañas, los cangrejos de herradura o los escorpiones actuales. Podían nadar, algunos alcanzaron 2 metros de
longitud y solían tener fuertes pinzas.
Al final del Silúrico tuvo lugar un proceso menor de extinción, conocido como el evento Lau
El Devónico, posterior al Silúrico, comenzó hace unos 417 millones de años, y terminó hace unos 354 millones de años. En este período el mundo estaba dividido en el supercontinente Gondwana al sur, el continente Siberia en el norte y la formación de Euramérica en el medio. Este segundo supercontinente, creado durante el Silúrico, se formaron grandes zonas casi desérticas, de una tonalidad rojiza debido al hematite presente. El resto de los continentes actuales permaneció unido en el supercontinente Gondwana. Hacia el final del período, los dos supercontinentes se hallaban cada vez más cerca, propiciando así su posterior colisión. El nivel del mar era elevado en todo el mundo, y gran parte de la superficie continental estaba sumergida bajo mares someros, donde vivían los
organismos de arrecifes tropicales. El profundo y enorme océano Panthalassa abarcaba el resto del planeta.
Durante el Devónico se produjo una gran expansión de la vida sobre la superficie continental, comenzando así su colonización. Los trilobites continúan en declive, al quedarse atrás en el avance evolutivo y aumentar su número de depredadores. Los nautiloideos, por el contrario, continuaron evolucionando con éxito. En los océanos devónicos seguía habiendo una gran cantidad de vida, a pesar de haber comenzado a invadir también la tierra firme. En este período se produjo un aumento en la cantidad y variedad de los organismos nectónicos (que nadan activamente en sus alrededores). De este tiempo datan ya algunos fósiles de celacantos, unos de los seres más cercanos a los vertebrados terrestres actuales.

Los peces se diversificaron ampliamente en el Devónico, dándose hasta seis grandes grupos de ellos:
los Ostracodermos, de piel ósea, de pequeño tamaño, con bocas minúsculas y sin mandíbulas;
los Acantodios, peces alargados con una mandíbula simple que les dio la capacidad de depredar; los Placodermos, cubiertos de placas óseas, muy abundantes y superiores en la cadena alimenticia en aquel entonces por su tamaño y capacidad de depredación; los Tiburones, que duran hasta el presente, pero aún de formas primitivas y pequeño tamaño entonces; los Actinopterigios, poco presentes en esta época pero señores de los mares en los posteriores mesozoico y cenozoico; y los Sarcopterigios, que incluían los celacantos y los peces pulmonados, cuyos pulmones heredaríamos después los seres terrestres.
Los artrópodos probablemente ya habían dado el salto a tierra firme, y los vertebrados marinos no tardaron en seguirles con la forma de anfibios. Tuvieron que afrontar varios problemas, la respiración siendo el menor de todos ellos. La gravedad era una sensación prácticamente nueva para ellos, y tuvieron que adaptar sus cuerpos acostumbrados al movimiento lateral de las aletas a ejercer fuerza hacia arriba para mantenerse incorporados.
El final del período viene marcado por una crisis de extinción masiva que afectó más a los mares que a los continentes. Ocurrió hace unos 364 millones de años, y la mayoría de los peces Agnatos desaparecieron de repente. Los corales, que habían dominado el período, se extinguieron, y hasta el Triásico no volvieron a tomar importancia en los ecosistemas
Esto ha sido todo, y espero que tengáis ganas de más porque mañana volveré con más.
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